Nuestro cuerpo tiene todas las herramientas para ponernos enfermos, pero también para curarnos.

Debemos comenzar por guiar a nuestro cerebro hacia la emoción que tenemos anclada en nuestra historia.
Nuestro cuerpo tiene todas las herramientas para ponernos enfermos, pero también para curarnos.
Debemos comenzar por guiar a nuestro cerebro hacia la emoción que tenemos anclada en nuestra historia.